sábado, 1 de noviembre de 2014

Tú, mi mejor casualidad


Hay veces en la vida, en las que las casualidades nos hacen replantearnos todo en ella...Veces, en las que los juramentos no caen por su peso, veces, en las que un nunca jamás se convierte en un¿ y por qué no?...Esas casualidades que evitas y huyes de ellas negándote a ver mas allá del muro que fuiste levantando día a día, lagrima a lagrima, decepción tras decepción.Hasta que llega alguien y con tan solo una mirada hace caer  lo que tantos otros levantaron en tantos años.Que con tan solo una sonrisa te hace sentir cosas que jamas creíste existir.Y vuelves a ilusionarte, vuelves a sentir esas ganas locas de hacer cualquier cosa por ver esa sonrisa que se escondió miles de días tras una mascara de porcelana,esa sonrisa que con tan solo un te quiero se vuelve a dibujar en su cara.
Recuerdas cuando jurabamos no volver a caer mas en lo mismo?Cuando aburridos, contando nuestras vivencias repetíamos una y otra vez que el amor es un juego de débiles, que nosotros somos fuertes, que teníamos las cosas claras...¿Sabes?Creo que el destino quiso darnos una lección.Nos puso miles de casualidades, cientos de motivos para caer en su trampa, y caímos, no sé cómo, ni cuándo, ni el por qué, solo sé que caímos y créeme, doy gracias por ello cada mañana que me levanto y veo tu mensaje de buenos días, cada tarde, viendo tus ojos llenos de deseo, de pasión, de tantas cosas que me quieren decir, de esa impotencia que se vuelve a veces tan dolorosa..Cada noche, esas noches largas, cargadas de deseo, de dulzura y de te quieros que se quedan cortos.Muy cortos...Y aquí me tienes, escribiéndote esta carta, intentando plasmar mis sentimientos en un trozo de papel, y perdona que te diga pero no puedo, no puedo expresarlos porque los sentimientos no se escriben, se sienten...Y te prometo que yo te haré sentir lo que siento, ten paciencia, porque te juro que yo intento tenerla

martes, 18 de febrero de 2014

Cuando la realidad resulta distinta

Duele ese momento en el que te das cuenta que, aquellos cuentos con final feliz que leíste de pequeño, son sólo eso, cuentos. Y que los príncipes y las princesas al fin y al cabo fueron simples mortales con sus virtudes y defectos. Que la realidad por muy cruel y desteñida que parezca es la mejor opción para avanzar hacia nuestros sueños. Que los héroes sí existen, pero no tienen ni capa ni poderes, que no hay heroicidad más grande que la lucha diaria. Que las verdaderas princesas no llevan corona y los príncipes de verdad no viven en castillos. Que el guisante mágico que no nos deja dormir no es otra cosa que los pequeños tropezones de cada día y que la rosa, cuyos pétalos se van cayendo poco a poco son nuestras ilusiones. Que la magia sí existe, pero está en una mirada, una sonrisa, un gesto o en un momento especial, y no en una varita mágica.

Y que, a veces, aunque el príncipe ama a la princesa no habrá final feliz.


lunes, 17 de febrero de 2014

La importancia de cometer errores

Solamente con el paso de los años te das cuenta de lo acertados que fueron algunos errores. Errores que cometemos sin pensar, locuras que dan sentido a nuestras vidas y dibujan nuestro futuro.

Te conocí por un error, te comencé a querer por otro más grande...Y gracias a estos y tantos errores que cometí te convertiste en algo muy especial en mi vida. A pesar de saber que no debía, a pesar de que todo comenzó siendo un juego de niños aburridos de siempre lo mismo...A pesar de todo esto decidí seguir cometiendo un error tras otro.Errores que cometería una y otra vez, distintos lugares, diferentes sitios, ve

rano, invierno; pero siempre contigo.

Nos separa mi terquedad. Y mi orgullo.Pero un día me tendrás de nuevo. Lo prometo.

Volver a respirar el aire de mi infancia

Volver a respirar el aire de mi infancia

Hace poquito hice un viaje.Tengo que reconocer que no estaba especialmente nerviosa ya que me fui muy pequeña de aquel lugar y no había tenido hasta ahora esa nostalgia de la que tanto hablamos cuando nos acordamos de nuestra infancia.
Lo dicho, preparé mis maletas con lo imprescindible y me dispuse a organizar mis cosas.
El viaje es bastante largo, ni más ni menos 2 días en coche, así que me prepare unos libros, guarde mis auriculares y un par de revistas de moda. Pase todo el camino pensando qué será de mis amigos, de mis antiguos compañeros de clase, de mi cuidad en general, si se acordaran de mí, si aún vivian en sus barrios.Conforme me iba acercando, miles de recuerdos y preguntas aporreaban a mi cabeza.
Cuando me baje del coche, no podía dejar de mirar aquella acera que apareció ante mis ojos...No, no tenía nada de especial, ni siquiera era una de esas calles bonitas con sus palmeras bien cuidadas y su portales de lujo.Era un portal viejo con tres bancos predispuestos de la mejor manera que encontraron, unas viejas cajas para correo pintadas en color marrón y dos jardincillos en cada lado. Jardines, en los cuales recogí tantas y tantas flores para mi abuela.Y me vi allí, sonriente y agachada con mi vestido rojo cogiendo margaritas para sorprenderla.La nostalgia vino tan fuerte que una triste sonrisa acompañada de una lágrima se dibujo en mi cara. Seguí mirando a mi alrededor grabando cada pequeño detalle en mi mente, cada metro de tierra, cada árbol, cada instante pasado de nuevo allí. Me di cuenta de que jamás me olvide, de que ahora que estaba otra vez aquí vuelvo a ser aquella niña peleona y traviesa, que aquí el tiempo se detuvo y ahora me estaba dando la bienvenida. Volví a ver pasar delante de mis ojos, como una película que esperaba ser vista, todas las tardes de juegos desinteresados, esas noches de reuniones, las tortitas de chocolate y nata que no faltaron una mañana, esos enfados tontos con mis amigos y esos veranos de felicidad. Ese primer beso bajo aquel roble y ese cielo al que tanto miraba buscando estrellas fugaces


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domingo, 16 de febrero de 2014

Esa magia del primer amor

Hay personas que te marcan para siempre...Personas, que aún sin darnos cuenta, se convierten en una parte muy importante de nuestra vida y que son detonantes en muchas de nuestras decisiones a lo largo de ésta. Un ejemplo en la mía fue mi "primer" amor.Lo pongo entre paréntesis porque para mí el primer amor es el de un hijo hacia su madre...Un amor puro e incondicional, que prevalece con los años.
Pues como os contaba, yo también tuve mi primer amor, ese sentimiento tan confuso y con ciertas notas de locura, que ante una experiencia tan nueva para todo nos hace temblar hasta el alma y hace que nuestro mundo se vuelva patas arriba. Yo creo que el encanto del primer amor es no estar conscientes de que después vendrán otros.De ese deseo de compartir todo y para siempre con esa persona, esa manera de entregarnos sin miedo, sin pensar en qué pasará hoy, mañana o el año que viene. Sin pensar en consecuencias, ni en nadie en el mundo que sea esa persona y nosotros, que no sea parte de nuestro mundo. Un mundo irreal, en el que no hay lugar para los miedos ni las decepciónes, un mundo lleno de ilusiones envueltas en planes de color rosa y estrellas fugases.Un mundo que, desgraciadamente, hoy en día se termina con el primer desengaño de nuestra vida. La primera lágrima que no podemos expresar, ese sentimiento de vacío y impotencia que nos crea haber aterrizado tan bruscamente volviendo del País de las estrellas fugases. Pero con el paso de los años nos damos cuenta que era necesario e incluso a amar a esa sensación. Se convierte en una especie de recuerdo salvavidas nadando en el mar de la vida.Un recuerdo que aún nos hace soñar después de tanto tiempo. Un recuerdo que nos hace volver a revivir la inocencia y la pureza, la locura y la inmadurez de un sentimiento tan necesario como es el del primer amor.
Hay quienes logran casarse con la primera persona que les hizo sentir, unos pocos que supieron llevarlo o las circunstancias, como en muchos casos, no lograron a hacer mella en ellos.Hay quienes hacen su vida con otras personas y vuelven a reencontrase, y vuelve a surgir la chispa. En mi caso fue todo mágico.Una noche de San Juan, playa, fuego, arena... Y la atracción de dos personas que surgió como un huracán en aquella noche calurosa de junio. Una atracción que dormía en cada uno de nosotros y que no se manifestó hasta aquella mágica noche.

Recuerdo mi primer amor como algo muy bonito, una época en la que comprendí el concepto de desear, de querer volar y también de querer morir. Un recuerdo al que no cambio ni por el tesoro más grande del mundo.

Cuando los principios no son los correctos

Hay personas que no logran entender que no todo gira alrededor de ellos, que no todo lo que sucede en su presencia es movido por el interés de llamar su atención.Siempre he sido reacia con gente así. No entiendo su empeño de constante protagonismo y ese afán de superioridad que en muchos casos afecta negativamente a otras.

Personas, que son capaces de pasar por encima de todo y de todos sólo para conseguir sus segundos de gloria.

Amar a distancia

El amor a distancia es como viajar sin pasaporte, puede que tengas suerte y llegues, o puede que no y te tengas que bajar a medio camino junto tus maletas llenas de ilusiones y deseos incumplidos. Maletas que fuiste haciendo poco a poco o preparaste en el último momento... Eso da igual.Lo que realmente importa no es el equipaje, sino qué tan dispuesto estás a seguir el camino pese lo que pese.